El recorrido cubre una distancia de 42,5 km. que nosotros ampliaremos con 20 mas subiendo al pico donde se ubica el EVA. La ruta nos llevara por las faldas de la vertiente Oeste del Picacho, Aljibe y Montero y cruzaremos en este orden por los arroyos de la Cierva o Puerto Oscuro, Montero, Alberite, Laurel, Arnao y Peguera. Todos ellos representan la casi totalidad del caudal que toma el río Barbate. Al que iremos divisando en todas las vistas panorámicas que ofrece este itinerario.
La subida en frió y la temperatura hará mella en alguno del grupo, El principio nos llevara por parajes que a los acompañantes les sorprenderán por su verde y pequeñas corrientes de agua. La flora autóctona nos acompañara durante los primeros 5 km con algún que otro ciervo que fugazmente nos cruzaremos. Pudimos observar el vuelo de las rapaces bajo los riscos del Picacho.
Tras cruzar la valla realizaremos un descenso suave de unos 2,5 km y justo antes de atravesar el arroyo del Montero nos fue imposible divisar las vistas de la Bahía de Cadiz por la intensa niebla que cubría el valle. Decir que todas las impresionantes vistas las veríamos al despejarse la niebla en el regreso. Al llegar al km 11,5 vemos el corrimiento de tierra por las intensas lluvias caídas estos días.
En el km 14 tras atravesar por
primera vez bajo el Tajo Sancho y en el rodeo que hace el carril para salvar el desnivel montañoso, aparecerán hermosas vistas del valle de Patriste y la población de Alcalá de los Gazules, con los antiguos molinos harineros del montero bajo nuestros pies.
Tras algunas paradas para las fotos de rigor y la toma de un desvío equivocado , pasamos por el interior del bosque de alcornocales y quejigares. Aquí el carril discurre sin desniveles y su piso está en muy buen estado.
Todo ello hace de este lugar uno de los paseos más bellos que puedan realizar en bici por estas sierras. Se completa con hermosas panorámicas del pantano del Barbate con Benalup-Casas Viejas, Vejer de la Frontera y Medina Sidonia de fondo.
Tras la peligrosa bajada, el camino adentrándose en el arroyo de la Peguera, presenta un aspecto muy agradable y diferente al del alcornocal. Alisos y quejigos se hacen dueños de la galería boscosa, los fresnos se resisten a abandonar el curso del agua, las hiedras y parras adquieren un extraordinario desarrollo forrando troncos y sobresaliendo a veces por encima de los árboles. La diversidad de fauna, que gusta de frecuentar este lugar, difícil de ver por la frondosidad de la vegetación, es tan abundante como su flora.
Finalizado el carril enlazamos con la carretera donde nos reagrupamos dejando la niebla; el sol nos acompañara hasta la vuelta a los coches.
Unos diez km de subida constante por una carretera compuesta de tramos cortos y herraduras que rozan algunas el circulo perfecto. Desniveles que clavan a veces y otras hacia que el altímetro se incrementase sin dificultad. Las vistas acompañan en la soledad de la ascensión, pues el grupo serpentea bastante disperso y que nos divisamos pues la factura de la carretera en eses lo hace posible.
Mientras ascendemos la belleza que contemplamos tan solo queda en la retina pues la cámara no grabara nunca lo percibido.
En la cota maxima y final de recorrido |
No hay comentarios:
Publicar un comentario